11 septiembre, 2021

TREINTA AÑOS DE LA GUERRA EN LA ANTIGUA YUGOSLAVIA

Parece mentira pero hace tan solo 30 años (se han cumplido este año) tuvo lugar en pleno corazón de Europa, uno de los peores y más crueles conflictos de la historia,  que enfrentó a diferentes etnias y religiones de la antigua Yugoslavia, la  conocida como Guerra de los Balcanes. Se trató de una serie de conflictos desarrollados en la antigua Yugoslavia entre 1991 y 2001 y que afectarían a las seis exrepúblicas que componían el país. Se saldó con casi 150.000 muertos y cuatro millones de desplazados. Las imágenes que nos llegaron de la guerra eran aterradoras, con matanzas, campos de exterminio, de refugiados, civiles que eran tiroteados por francotiradores, bombas en mercados, etc, es decir, una guerra en la que fueron pisoteados todos los derechos humanos habidos y por haber.


Memorial del genocidio de Srebrenica


La antigua Yugoslavia que fuera vanguardia política, económica y cultura y que consiguió juntar diferentes etnias, naciones y religiones pero cuyo desmoronamiento fue traumático. En nombre del nacionalismo se mataron entre vecinos, se cometieron genocidios y se pisotearon los derechos humanos.


Los Balcanes han sido una zona en conflicto desde antiguo con tensiones y enfrentamientos entre las diferentes etnias y religiones que se remontan a hace muchos siglos. Así, entre los siglos VI y VIII, los serbios quedaron bajo la influencia del imperio bizantino y adoptaron el cristianismo ortodoxo como religión mayoritaria, mientras que los croatas estaban dominados por el Imperio Romano y la religión católica.


Durante la Edad Media, los estados independientes de serbios, croatas y bosnios quedaron dominados por los imperios húngaro, austríaco y turco. En 1389, Serbia perdió la provincia de Kosovo frente a Turquía que ocuparían la región durante 400 años introduciendo su religión, costumbres y tradiciones. 


En 1914, el asesinato del archiduque de Austria Francisco Fernando, desencadenó la Primera Guerra Mundial. El final de la guerra supuso también el fin del imperio austrohúngaro y el nacimiento del Reino de los serbios, croatas y eslovenos, que en 1929 se convertiría en el Reino de Yugoslavia.


Desde siempre, los serbios y los croatas estuvieron enfrentados por el control del territorio. Esa enemistad aumentó cuando los fascistas croatas dieron el apoyo a la Alemania de Hitler durante la invasión de Yugoslavia. Al final de la Segunda Guerra Mundial surgió una Yugoslavia comunista, liderada por Josip Tito, que mantuvo una frágil paz durante años, hasta que resurgió el nacionalismo serbio y estalló la última Guerra de los Balcanes.


Yugoslavia antes del conflicto


Yugoslavia estaba integrada por seis repúblicas como eran Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia más dos regiones autónomas las de Vojvodina y Kosovo. Como en la mayoría de los conflictos todo comenzó por una aguda crisis económica que tarjo consigo un alto índice de paro y el malestar social que agudizaría las tensiones separatistas latentes desde la muerte de Tito.


En Serbia la desintegración de la Liga de los comunistas produce un caos político que aprovecharía Slobodan Milosevic para fundar el Partido Socialista de Serbia con el que alcanzaría la presidencia federal de la República de Yugoslavia tras la guerra en 1997. Pero antes, en 1991, se convirtió en presidente de la República de Serbia alentando el nacionalismo popular serbio. 


La separación de Eslovenia fue de las seis repúblicas la más sencilla, ya que es una zona de predominio étnico de los eslovenos, que son el 88 % de la población, y que además tenían una lengua propia diferenciada del serbocroata por lo que en diciembre de 1990 un plebiscito con un resultado aplastante en favor de la independencia hizo posible que se proclamara esta el 25 de junio de 1991.


En el caso de Croacia pese al apoyo internacional, la situación no fue tan fácil, ya que en ella se encontraban un 12% de población serbia que exigía que sus derechos fueran respetados. De modo que cuando los croatas proclaman su independencia comienzan los combates en aquellas poblaciones de mayoría serbia iniciándose una guerra que causaría más de 20.000 muertos hasta el alto el fuego en enero de 1992. Los combates en la región de Krajina de mayoría serbia se reanudaron de 1993 a 1995 lo que provocó la muerte de millares de personas de origen serbio y el desplazamiento de otras 200.000. Croacia se encontraba gobernada por Franjo Tudman uno de los antiguos generales del ejército yugoslavo de ideología nazi, que quería establecer el nuevo orden europeo de Hitler.


En 1992 se proclamó la independencia de Macedonia, protegida por los Estados Unidos y vetada por Grecia.


Destrucción de la Biblioteca de Sarajevo


La Unión Europea también alentaba la independencia de otra de las repúblicas, la de Bosnia-Herzegovina, posiblemente la más conflictiva y la más compleja, pues en ella habitaban las tres etnias con un 44% de musulmanes,  un 33% de serbios y un 12% de población croata. En el mes de febrero de 1992 se celebra un referéndum que arrojó una mayoría absoluta a favor de la independencia, pero cuando ya es efectiva y reconocida tanto por la Unión Europea como por Estados Unidos, en abril de 1992 fuerzas paramilitares serbias al mando de Ratko Mladic comienzan a bombardear Sarajevo iniciando así una de las guerras más cruentas de limpieza étnica del siglo XX ante la pasividad de Occidente.


La situación permaneció confusa y mal gestionada por las potencias occidentales, hasta que en julio de 1995 se produce la brutal matanza de 7.500 musulmanes por parte de los serbios en Srebrenica, a la que seguirían otras 3.000 personas más en Banja Luka. Estos hechos obligaron a intervenir a las fuerzas de la OTAN declarándose un alto el fuego en octubre y firmándose el 14 de diciembre de 1995 los acuerdos de Dayton por los que se creaba una república federal bosnia integrada por dos entidades autónomas la Federación musulmano-croata, que ocuparía el 51% del territorio, y la República Srpska, con el 49%. Esa nueva entidad federal tendría un gobierno establecido en Sarajevo, con dos cámaras y tres presidentes (serbio, bosnio y croata), aunque de hecho el nuevo país seguiría siendo una especie de protectorado de las Naciones Unidas, con un Alto representante que tendría autoridad ejecutiva sobre las dos comunidades.


Aunque el acuerdo de Dayton supuso el final de la guerra de Bosnia, el conflicto en la antigua Yugoslavia todavía continuaría, pues quedaba la región de Kosovo, en la que los kosovares habían iniciado movimientos de resistencia pasiva, que se agudizaron en abril de 1996 cuando se produjo el primer atentado terrorista perpetrado por un grupo kosovar, con lo que se daba inició a una guerra abierta que se complicaría aún más en 1998 con la muerte de 3.000 kosovares y el desplazamiento de 300.000 personas, lo que obligó a intervenir al Consejo de Seguridad de la ONU que exigió un alto el fuego e inició las negociaciones de paz, entre serbios y kosovares que se materializaron con la firma de los acuerdos de Rambouillet y París en marzo de 1999.


Acuerdos de Dayton


La guerra ponía su  punto final  el 17 de febrero de 2008, se proclamaba la independencia de Kosovo, estableciéndose una república democrática, laica y multiétnica. Anteriormente, en el año 2006, la república de Montenegro también proclamó su independencia, lo que significaba ya el final del estado de Yugoslavia.


La guerra terminó con gran parte de la ex-Yugoslavia reducida a la pobreza, con desorganización económica masiva e inestabilidad persistente en los territorios donde ocurrieron los combates más intensos y con una corrupción política en aumento.  Continúan siendo visibles los fantasmas del pasado, con unas economías que no acaban de arrancar, una falta de oportunidades crónica para una juventud que demanda una mejora en sus condiciones de vida y que reclama más futuro y menos pasado y con una generación con heridas de guerra muy recientes que marcan el día a día de estos países.


Mapa con la distribución étnica actual


Hay que destacar que algunos de sus causantes fueron formalmente juzgados por genocidas y criminales de guerra, al igual que muchos de los participantes de menor rango. De ello se ocuparía el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia órgano judicial de las Naciones Unidas encargado de juzgar a los autores de crímenes de guerra cometidos durante el conflicto bélico en los Balcanes. El tribunal permitió a las víctimas expresar con palabras los horrores de la guerra que presenciaron demostrando así que se puede pedir cuentas a los principales responsables de las atrocidades cometidas durante los conflictos armados.


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Bibliografía:

La documentación de la Guerra de la Antigua Yugoslavia a través de las fotografías de Gervasio Sánchez

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-57318555

Eladio Romero e Iván Romero. Breve historia de la guerra de los Balcanes. Editorial Nowtilus. 2016.




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