19 junio, 2021

EL INCENDIO Y DESTRUCCIÓN DE XÀTIVA EN 1707

 El 19 de junio de 1707 la ciudad de Xàtiva, segunda en importancia del Reino de Valencia, era pasto de las llamas por orden de las tropas borbónicas al servicio de Felipe de Anjou tras someterla a asedio.


Recreación del incendio de Xàtiva de Vicente Giner


Y todo comenzó con la muerte, sin descendencia, de Carlos II. Todo estaba previsto para la proclamación como sucesor del archiduque Carlos pero inesperadamente en el testamento, el Hechizado, nombraba como rey al duque de Anjou. Por tanto, la Casa de Habsburgo y la Casa de Borbón, iniciaron un conflicto sucesorio por colocar a su candidato en el trono de España.


Conflicto bélico en el cual, Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV y Carlos Francisco de Habsburgo, hijo del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Leopoldo I midieron sus fuerzas. Las tropas borbónicas francesas se enfrentaron a una gran alianza antiborbónica compuesta por el Sacro Imperio, Inglaterra, Países Bajos, Prusia y la mayoría de los estados alemanes, además de Portugal y el ducado de Saboya.


El reino de Valencia y sus instituciones mostraron en un principio su conformidad y acatamiento de las disposiciones testamentarias de Carlos II, de hecho fueron los primeros en hacer llegar a la corte borbónica su obediencia. No podían hacer otra cosa porque aquí como en resto del país la decisión había pillado a todos a contrapié pues nadie esperaba que el rey se decantara por la opción francesa. 


Y es que existía una predisposición bastante visible en todos los grupos sociales en contra de Francia resultado de la política imperialista de Luis XIV contra la monarquía hispánica y especialmente contra los territorios forales y un recelo hacia una dinastía cuya trayectoria absolutista chocaba frontalmente con el sistema político-institucional establecido con el matrimonio de los Reyes Católicos.


El archiduque Carlos y Felipe V


Así aunque se aceptó a Felipe V como sucesor de Carlos II el germen de la disidencia política se fue fraguando desde el momento mismo de su entronización aunque estallará unos años después, en 1705. Y así se tenía constancia de ciertos movimientos  que tenían como misión poner en contacto a los partidarios de la Casa de Austria, y de manera especial, a los miembros más importantes de la clase política y del estamento religioso.


En el caso de Valencia, uno de los motivos de descontento sería el aplazamiento de las Cortes Valencianas con el pretexto de la marcha del rey a Italia tras la celebración de las Cortes catalanas. Otro motivo del progresivo descontento hacia el gobierno borbónico tendría como base la interrupción del comercio con los países declarantes de la guerra contra los Borbón efectuada en 1702, lo que provocó graves consecuencias en la economía valenciana. Comerciantes y campesinos fueron los más afectados aunque no los únicos. Otro factor de gran relevancia fue la conflictividad social que contribuiría a aumentar la popularidad de la causa austracista al dar ésta respuesta a las intensas demandas antiseñoriales de una parte importante del campesinado. La promesa de abolición del régimen señorial y la eliminación de impuestos se convirtió en el enganche de un amplio sector de los campesinos valencianos sumándose las reivindicaciones sociales a los factores de carácter dinástico, político y económico que constituyeron la base del austracismo.


Con el desembarco de las tropas aliadas austracistas, encabezadas por el general Juan Bautista Basset, en Altea en el verano de 1705 y la posterior ocupación de Denia comenzaba la sublevación austracista en el Reino de Valencia que desembocaría en la batalla de Almansa y la derrota del bando del archiduque Carlos con el posterior incendio de Xàtiva como represalia.


Entrada del archiduque Carlos en Dénia


Tras haber ocupado las ciudades de Gandía, Alzira y Valencia, faltaba Xàtiva, segunda ciudad del reino en peso político y población. Ya entre el 16 y el 20 de mayo de 1706 Xàtiva sufrió un primer asedio por las tropas borbónicas pero la falta de tropas suficientes y la resistencia alimentada por Basset obligaron a levantarlo.


Entre medias tendría lugar la batalla de Almansa, el 25 de abril, en la cual las tropas borbónicas del duque de Berwick derrotaron a las tropas aliadas defensoras de la causa del archiduque Carlos de Austria.


La ciudad de Xàtiva, conocedora del desastre en Almansa, empezó a organizarse para la defensa. La ciudad de Valencia se había rendido a las tropas felipistas el 8 de mayo y el marques d'Asfeld se dirigía ya hacía la ciudad setabense que se mantenía fiel al archiduque Carlos.


Hacia el 20 de mayo el ejército borbónico ya acampaba en las proximidades de Xàtiva y entre el 21 y el 24 d'Asfeld ocupaba la ciudad, no sin dificultad por la gran resistencia mostrada por los austracistas, que sin embargo fueron masacrados.


Quedaba ya solo el castillo defendido por 800 soldados ingleses que apenas pudieron ofrecer resistencia cayendo la fortaleza en manos de los soldados franco-castellanos entre el 6 y el 10 de junio.


Tomada Xàtiva, el marqués d'Asfeld mandó que todos los eclesiásticos se presentaran en la Ermita de San José, el resto de la población fue desterrada de la ciudad y del reino. Unas 2.000 familias tuvieron que abandonar Xàtiva. 


Quema del antiguo hospital de Xàtiva de José Alonso


El incendio y destrucción de Xàtiva fue una decisión tomada tras la batalla de Almansa. Los inductores fueron el duque de Berwick y el embajador francés Michel Amelot y el ejecutor el marqués d'Asfeld, como forma de castigo ejemplar. El incendio llevado a cabo el 19 de junio duraría 10 días (aunque cabe decir que finalmente fue un incendio selectivo que afectó sobre todo los bienes de los vencidos austracistas) a  lo que se sumaría el expolio y el saqueo de las tropas francesas. Además las tierras de cultivo fueron cubiertas de sal haciéndolas baldías, como castigo al campesinado (maulets) que había liderado el apoyo al arquiduque Carlos. Xàtiva pasaría a denominarse tras su reconstrucción San Felipe (para más inri) en un deseo de borrar el recuerdo de tan histórica ciudad no recuperándolo hasta las Cortes de Cádiz en 1812.


La victoria de Felipe V tendría graves consecuencias en el reino de Valencia pues se suprimieron los fueros, se prohibió la lengua valenciana y se instauraron los decretos de Nueva Planta que conllevaba nuevas instituciones copia de las de Castilla.


Felipe V de José Amorós


Como curiosidad señalar que los setabenses nunca olvidaron la afrenta sufrida y muestra de ello es el cuadro de Felipe V , obra del pintor José Amorós ,que se puede ver en el Museo de Bellas Artes de Xàtiva, colgado cabeza abajo. La idea fue del conservador del museo  de L' Almodí Carlos Sarthou en 1957 que, animado por algunos estudiantes y por un sacerdote, consideró oportuno girar el cuadro como alegórica penitencia del rey Borbón por el castigo que infringió a la ciudad de Xátiva. Todo un símbolo de Xàtiva e icono de la identidad valenciana.





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Bibliografía:
Xàtiva 1707. Tercer centenario de la quema y destrucción de la ciudad. Suplemento especial del diario Levante. Junio 2007.

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