30 octubre, 2020

MIGUEL HERNÁNDEZ, EL POETA DEL PUEBLO

 Un 30 de octubre de 1910 nacía el gran poeta alicantino, nacido en Orihuela,  Miguel Hernández, popularmente conocido como "el poeta del pueblo".


Miguel Hernández


Miguel era el tercero de cuatro hermanos. Su infancia transcurrió entre los juegos y el trabajo pues desde los siete años ya ayudaba a su hermano mayor, Vicente, en las tareas del pastoreo, aprendiendo de él este oficio. A los ocho años su padre consigue que le admitan en las Escuelas del Ave María, anexas al Colegio de Santo Domingo, unas aulas al aire libre donde se acogen a niños y niñas pobres empezando entonces su aprendizaje escolar.


Miguel se mostraría como un gran estudiante destacando su interés en la lectura lo que se traduciría en unas excelentes calificaciones. Miguel absorbe todo lo que se le enseña y lee todo lo que cae en sus manos. No deja de ayudar a su hermano con las cabras y repartiendo leche por el vecindario. 


Con trece años Miguel accede al prestigioso colegio de Santo Domingo con una especie de beca, que por su aplicación y conducta le concede el rector del colegio. El padre de Miguel acepta aunque no muy convencido. Y es allí donde Miguel se junta con los niños de la burguesía oriolana y se da cuenta de que puede superarlos en conocimientos, ganando varios premios académicos.


Pero desgraciadamente en marzo de 1925 se ve obligado a abandonar sus estudios ante la crisis económica que atraviesa su familia, su padre le necesita para ocuparse del ganado, pero además parece que su padre veía en todo eso un intento de los curas de llevar a su hijo a la carrera eclesiástica, cuando él ya tenía trazado un futuro para su hijo como cabrero. No le gustaba que leyera tanto y le reñía por las noches cuando lo pillaba con la luz encendida.


Miguel junto a sus hermanos

Pero Miguel no iba a abandonar tan fácilmente su pasión por la lectura y su deseo de aprender y aprovecha las horas de pastoreo para seguir estudiando, llevando siempre algún libro encima, cuaderno y lápiz en los que anota lo que ve (la huerta, la montaña, las cabras, el pastoreo...) y lo transforma en poesía. Y así cuando sus obligaciones se lo permiten visita la biblioteca del sacerdote y canónigo de la catedral oriolana, Luis Almarcha que al conocer su potencial se convertirá en su benefactor. En sus lecturas descubre a los grandes clásicos en lengua castellana y también a los clásicos grecolatinos. 


Algunos diarios de la provincia le publican sus primeros poemas y poco a poco colabora en la prensa local y provincial. En esos primeros poemas Miguel practica una poesía mimética buscando su propia identidad a través de todas las lecturas que realiza y lo hace con una gran habilidad.


Junto a sus amigos Carlos Fenoll y Ramón Sijé forman el "Grupo de Orihuela" y guiados por sus inquietudes literarias se reúnen periódicamente. Es en estas reuniones cuando Miguel empieza a leer a autores más contemporáneos dejando aparcada la clasicidad en su poesía, influenciado sobre todo por Ramón Sijé que tenía un gran conocimiento de la literatura española contemporánea y mundial.


Además Miguel se siente atraído por el teatro y junto a otros amigos forman un grupo teatral en 1927 y aunque actúa como actor a él lo que más le gusta es escribir. Y escribir teatro le puede abrir las puertas.


Con la proclamación de la Segunda República muchos intelectuales ven en ella un mecanismo para transformar el país.


En 1931 realiza su primer viaje a Madrid, con la idea de vivir su sueño de escritor. Un viaje bastante decepcionante para él, ya que además de no encontrar el apoyo que esperaba como escritor, malvive penosamente pues no tiene dinero ni trabajo. Así que regresa a Orihuela en mayo de 1932 y trabaja en lo que sale. Pero sigue cultivándose y perfeccionando su poesía. Participa en su pueblo natal en un homenaje al también escritor alicantino Gabriel Miró.


Poco después viajará a Murcia para ver a Raimundo de los Reyes que era periodista del diario "La Verdad" quien se encarga de la corrección y edición de su libro. En Murcia conocería a Garcia Lorca que estaba de gira con su compañía teatral La Barraca. "Poliedros" que se editaría en 1933. 


Pero Miguel se desespera al no conseguir el reconocimiento que esperaba. No será hasta que publica "Rayo que no cesa" que su obra empieza a tenerse un poco en cuenta. Aunque tampoco demasiado, y es cuando escribe a Lorca enfadadísimo porque nadie había entendido su libro.


Pese a ser incomprendido no se da por vencido y decide que volverá a Madrid. Pero antes de eso en verano conoce a la que sería su compañera de vida Josefina Manresa. 


Miguel junto a su mujer Josefina Manresa


En 1934 realiza su segundo viaje a Madrid y se publica su auto sacramental "Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras", publicado por José Bergamín, pronto su obra es alabada por la crítica más entendida y por los propios poetas de su época. Sus escritos empiezan a ser conocidos en la capital y se le empieza a reconocer sus cualidades literarias. Empieza a relacionarse con grandes poetas como Alberti, Rosales,  y sobre todo con Vicente Aleixandre y Pablo Neruda.


En verano de 1934 Miguel Hernández regresa a Orihuela y formaliza su noviazgo con Josefina Manresa. 


En el otoño de 1934 regresa a Madrid y se empapa del ambiente literario. En 1935 empieza a colaborar con las Misiones Pedagógicas. En este tiempo trabaja en la enciclopedia taurina de José María de Cossío.


Miguel Hernández ya ha cambiado su poesía es una poesía más libre ya no dirigida a lo divino y místico como antes. Y a la vez que cambia su poesía adquiere un compromiso social y fruto de ello es su obra "Los hijos de la piedra".


En diciembre de 1935 recibe la noticia de la muerte de su amigo Ramón Sijé, que aunque en los últimos tiempos se habían distanciado, lo continuaba considerando su amigo. Y en 1936 le dedica un poema "Elegía". Se edita su poemario "El rayo que no cesa" y termina una obra teatral. 


Miguel en el homenaje a Ramón Sijé


Con el estallido de la guerra civil Miguel consolida su postura social y la convierte en política alistándose como voluntario en el Ejército Popular y no eludiendo el frente, siendo nombrado Comisario de Cultura para animar a los combatientes con sus arengas. En la emisora del 5º Regimiento se empieza a gestar la figura simbólica del poeta.


A principios de 1937 Miguel es destinado a Andalucía al "Altavoz del frente" y en marzo se casa con Josefina por lo civil. Participará en el 2º Congreso Internacional de Intelectuales en Defensa de la Cultura, celebrado en Valencia.


Su poesía es en este momento una síntesis del dolor compartido y de denuncia contra la injusticia capitalista en defensa de las clases explotadas ejemplo de ello es su poema "El Niño yuntero". Y su producción teatral se traduce en obras muy cortas para representar en las líneas del campo de batalla pero también en la retaguardia para animar tanto a soldados como a las familias de los mismos en la esperanza de un futuro mejor.


Viaja a la Unión Soviética formando parte de una delegación española enviada por el Ministerio de Instrucción Pública para asistir al V Festival de Teatro Soviético.


En este tiempo se publican sus obras "Viento del Pueblo" editado por el Socorro Rojo Internacional y "Teatro en la Guerra".


Miguel cae enfermo de anemia aguda y se traslada al pueblo de Cox (Alicante) junto a su mujer, siendo una de las etapas más felices de su vida.


Miguel en la radio del 5º Regimiento


En Diciembre de 1937, y cuando está destinado al frente de Teruel, nace su primer hijo, Manuel Ramón. Pero el pequeño moriría al año siguiente y ese dolor de padre lo vuelca en sus poemas en el libro "Cancionero y romancero de ausencias". 


Además, a lo largo de 1938, la derrota del ejército republicano parece inevitable y con ello su poesía se vuelve pesimista y desgarradora, buen ejemplo de ello es "El hombre acecha".


En 1939 nace su segundo hijo, Manuel Miguel. En abril de ese mismo año concluye la guerra y Miguel sale de Madrid buscando la ayuda de poetas amigos afines al nuevo régimen, pero se la niegan por miedo a represalias. Intenta entonces pasar a Portugal, para desde allí embarcar y llegar a Chile, pero se lo impide la policía portuguesa siendo entregado a la Guardia Civil fronteriza. Es trasladado a varias cárceles y en la prisión de Torrijos en Madrid compondrá sus conocidas "Nanas de la cebolla", tras recibir una carta de Josefina indicándole que apenas puede amamantar a su hijo porque solo come pan y cebolla.


Cuando nadie lo esperaba es puesto en libertad y se traslada a Orihuela pese a que su mujer y algunos amigos intentan hacerle desistir pues lo consideran peligroso. Allí es delatado y detenido nuevamente y enviado a la cárcel de Conde de Toreno en Madrid donde será condenado a la pena capital. Al final la condena es conmutada por 30 años de prisión gracias a las gestiones llevadas a cabo por su amigo Jose María Cossio y el ministro Sánchez Mazas. Pasará por varios penales, en uno de ellos conocería a Antonio Buero vallejo. En el penal de Ocaña escribiría cuentos para su hijo "El conejito" o "El potro oscuro". En 1941 ya enfermo el poeta, Cossio, Sánchez Mazas y su antiguo benefactor Luis Almarcha le piden que se retracte de sus escritos y de sus ideas a lo que él se niega. Al empeorar es trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante en la que caerá enfermo de tifus que se complicará con una tuberculosis.


Josefina y su hijo Manuel Miguel

Era necesario internarlo en el Hospital de Tuberculosos de Porta Coeli en Valencia ante la gravedad de su estado, la familia pide la intercesión de Luis Almarcha, que dice que les va a ayudar, pero antes Miguel debe casarse por la Iglesia, y lo acepta para que Josefina tuviera los derechos de su obra una vez muerto y para que pudieran seguir visitándolo.


Por desgracia, el poeta moriría el 28 de marzo de 1942 en la enfermería de la prisión alicantina esperando un traslado que nunca llegó, a la temprana edad de 31 años. 


Tras su muerte su nombre y su poesía se silenció en España, aunque circuló de manera clandestina, y se tradujo su obra en el extranjero. No sería hasta 1968 cuando algunos de sus poemas se publicaron legalmente. Más tarde, en 1976 se le rindió un sentido homenaje en su Orihuela natal.


A los versos de Miguel Hernández se les ha puesto música, lo que ha permitido popularizarlos y que la gente se acerque a su obra, ya que el público se puede sentir identificado con ellos, pues narra sentimientos universales.


Como diría su amigo Pablo Neruda: "Miguel Hernández es el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma". Dominaba la palabra y la sintaxis como pocos, y unido a su estilo auténtico e intimista lo han convertido en un poeta imprescindible.





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