Aldrin junto a la bandera de su país |
Tres hombres, emulando a los grandes exploradores de la historia, ponían rumbo un 16 de Julio de 1969 a la Luna, un lugar tan desconocido como fascinante. Esos tres hombres fueron Neil Armstrong, Buzz Aldrin, y Michael Collins. Los tres se enfrentaron a un reto difícil y peligroso, el cual, aunque se prepararon a conciencia, no sabían sí saldría bien y si regresarían a Tierra sanos y salvos.
Neil Armstrong, era ingeniero aeroespacial, expiloto de guerra (en la Guerra de Corea) y piloto de pruebas. Era su segundo vuelo espacial. Como comandante de la misión fue el primero en pisar la superficie lunar.
Buzz Aldrin, además de ingeniero era piloto de las Fuerzas Armadas de EEUU. Sería el segundo en poner los pies en la superficie lunar. También era su segundo vuelo espacial.
Michael Collins, fue el tercer miembro de la tripulación del Apolo 11, también fue piloto de pruebas y piloto militar. Y aunque no pisó la Luna como sus compañeros, tuvo un destacado papel en la Misión del Apolo 11. Como sus dos compañeros era el segundo vuelo espacial que realizaba.
Los tres astronautas de la hazaña lunar: Armstrong, Collins y Aldrin |
Las hazañas soviéticas, como el lanzamiento del primer satélite espacial en 1957 y la de de Yuri Gagarin que se convirtió en el primer cosmonauta en 1961, supusieron un duro revés para EEUU, puesto que la URSS se ponía así a la cabeza de la exploración del cosmos. El presidente Kennedy anunció en 1961 que los americanos serían los primeros en caminar sobre el suelo lunar.
Y así las dos superpotencias trabajaban paralelamente en sendos programas que tenían por objeto llegar a la Luna. Mientras los rusos trabajaban en el programa Soyuz, los americanos lo hacían en el programa Apolo.
Vista de la Tierra desde la Luna. Fotografía tomada durante la misión del Apolo 11 |
A diferencia del hermetismo soviético, el programa espacial estadounidense no tenía problemas en dar a conocer cada uno de sus pasos, lo que permitiría que la epopeya lunar fuese también la de la televisión y la radio, contribuyendo a que la idea de la gesta lunar calara en el imaginario colectivo.
La grandiosidad del programa Apolo se basaba en un elemento que marcaba la diferencia respecto al programa soviético: el cohete Saturno V. Con casi 111 metros de altura y diez de diámetro, es a día de hoy el cohete más grande que se haya construido, y hace cincuenta años el único con la potencia necesaria para catapultar una nave tripulada hacia la Luna.
Momento del despeque del cohete Saturno V |
El 16 de Julio de 1969, después de diez misiones de preparación, incluyendo la primera que se había cobrado la vida de sus tres tripulantes y que casi provocó la cancelación del programa, había llegado el día señalado, los tres astronautas elegidos estaban llamados a hacer historia.
El mundo iba a ser testigo de un hito histórico en la ciencia.
El alunizaje era la maniobra más peligrosa y de hecho un error de cálculo provocó que se dirigieran directamente a una zona rocosa que hubiera destrozado el vehículo espacial y matado a sus ocupantes. Pero Armstrong activó el pilotaje manual logrando posar el módulo Eagle en lugar seguro, el denominado Mar de la Tranquilidad, cuando apenas les quedaba combustible.
El 21 de Julio de 1969 Armstrong descendió del Eagle y pisó la superficie lunar y al hacerlo pronunciaría su célebre frase "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad". Minutos después lo haría también Aldrin. Mientras tanto, Collins tenía otra misión fundamental, orbitar alrededor de la Luna pilotando el módulo Columbia.
Cronología del viaje a la Luna de la Misión Apolo 11 |
Armstrong y Aldrin acompañados por la visión del semicírculo azul del planeta Tierra, se ocuparon en obtener muestras y realizar experimentos científicos. Así, tomaron fotografías, manejaron una cámara de televisión, gracias a la cual el mundo pudo ser conocedora de la hazaña. Entre la labor científica destaca la instalación de un reflector de rayos láser destinado a medir con exactitud la distancia entre la Tierra y la Luna, un sismógrafo para registrar terremotos lunares y una pantalla para medirla intensidad del viento solar. Además recogieron arena y fragmentos de rocas lunares que serían estudiadas ya de vuelta por los científicos.
Antes de regresar colocaron una placa conmemorativa en el tren de aterrizaje del Eagle que se quedó en la superficie lunar, en la que se podía leer "Aquí los hombres del planeta Tierra han puesto el pie sobre la Luna por primera vez. Julio de 1969 D.C. Hemos venido en paz en nombre de toda la humanidad". Armstrong y Aldrin despegaron de regreso hacia el módulo de mando.
Placa conmemorativa dejada en la Luna |
Una de las fases más peligrosas de la misión del Apolo era el momento del regreso del Eagle de vuelta a la nave Columbia, puesto que cualquier fallo en el propulsor supondría la muerte de sus dos tripulantes y el regreso a la Tierra de un solitario Collins. De hecho, el presidente de Estados Unidos, Nixon, tenía un comunicado preparado por si acaso. Pero todo salió bien y los tres astronautas volvieron a la Tierra sanos y salvos.
La campaña lunar permitió el desarrollo de una serie de inventos y nuevas tecnologías como fueron las herramientas inalámbricas, los trajes ignífugos y refrigerados, comida liofilizada, mejora de las resonancias y las diálisis, etc. Unos avances en origen para soportar la vida en el espacio que se aplicarían en la Tierra. Y es que aunque la tecnología que llevó al ser humano a la Luna era puntera en aquella época, en la actualidad el móvil que llevamos en el bolsillo tiene más potencia que los ordenadores de la misión Apolo 11.
Y ya se trabaja para volver en un futuro nada lejano a la Luna. El nuevo programa de la NASA para conseguirlo se llama Artemisa. El nombre elegido no es casual, Artemisa era la hermana melliza de Apolo. Se pretende inaugurar una nueva era en la exploración espacial tras el último viaje a nuestro satélite natural en 1972.
Ordenador de navegación del Apolo 11 |
Se quiere construir previamente una estación espacial que orbite el satélite "Gateway" que debe construirse en el 2022 y que serviría como base para las misiones tripuladas a la Luna (2024) y a Marte (2030). Y más adelante también se piensa en otra base permanente en la superficie lunar. La exploración lunar se centraría en el polo sur lunar donde se sabe que hay una cantidad importante de agua helada, necesaria tanto para la futura base lunar como para la producción del combustible necesario para el salto a Marte.
Por tanto, el 20 de Julio por primera vez el ser humano pisaba la Luna, toda una hazaña tecnológica y humana, pero ya se trabaja para que en los próximos años se regrese de nuevo, y de ahí se dé el salto al planeta rojo, Marte. Hasta entonces, y aún con todos los avances que ello nos pudiera reportar, bien convendría reflexionar sobre la cita del Premio Nobel de literatura del escritor francés François Mauriac "De nada sirve al hombre ganar la Luna si ha de perder la Tierra".
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Referencias:
http://www.rtve.es/noticias/hombre-luna-50-aniversario/
https://www.lanasa.net/noticias/reportajes-especiales/50-aniversario-de-la-llegada-del-hombre-la-luna
https://www.nationalgeographic.com.es/llegada-del-hombre-a-la-luna
https://www.abc.es/ciencia/50-aniversario-llegada-hombre-luna/
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