Ilustración publicada en el The Illustrated London News el 9 de enero de 1915 |
La chispa que había prendido la guerra fue el asesinato, meses antes en Sarajevo, del heredero del Imperio Austro-Húngaro Francisco Fernando y su esposa. Pero la Gran Guerra se venía fraguando tiempo antes, en el periodo que comprende desde el final de la Guerra Franco-Prusiana (1870) hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial (1914), conocido como la Paz Armada, tiempo que mediante un complejo sistema de alianzas no se produjeron grandes conflictos bélicos, aunque las tensiones en las relaciones internacionales entre las potencias europeas era evidente. Un tiempo que fue aprovechado para desarrollar una potente industria bélica. Las tensiones nacionalistas e imperialistas provocaron que los estados destinaran grandes cantidades de dinero a una carrera armamentística sin precedentes. Las grandes potencias europeas veían en la guerra la posibilidad de imponer definitivamente su hegemonía y una forma de conseguir sus aspiraciones políticas. Así pues, Austria-Hungría, Serbia, Rusia, Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia, se unieron pronto al conflicto europeo.
Nunca se pensó en una solución diplomática, pues se preveía un guerra corta, favorable a los intereses de las grandes potencias en disputa. Las capitales europeas celebraban la entrada en la guerra sin vislumbrar la gran catástrofe que supondría.
Una guerra que se iniciaba en el verano de 1914 y que se preveía corta, a la que los jóvenes europeos acudieron con ánimo festivo e idealista, pero que pronto se toparon con la brutal realidad de muerte, sangre, barro, frío y profundas trincheras excavadas en un recorrido que se extendía desde el Mar del Norte, en Bélgica, hasta la frontera con Suiza.
Mapa con las líneas de trincheras y lugar de la Tregua de Navidad |
Las promesas de una victoria rápida en la que los soldados volverían a casa por Navidad nunca se cumplirían. Pronto se dieron cuenta que la guerra sería larga y no un camino de rosas precisamente.
Y en tan duras condiciones se llega a la primera Navidad en la Gran Guerra. Los altos mandos, para levantar la moral de las tropas y aliviar los sufrimientos de la vida de los soldados en las trincheras, les hicieron llegar pequeños regalos como tabletas de chocolate, cigarros o árboles de navidad (para los alemanes) y cartas de sus familias.
En la Nochebuena de 1914, lo impensable sucedió. Las luces y los cánticos empezaron a extenderse por las trincheras, y cuando en el lado alemán cantaban la versión alemana de “Noche de Paz“, en el lado británico aplaudían y se intercambian villancicos. Los soldados de una y otra parte saltaron de sus trincheras a tierra de nadie (el espacio entre dos trincheras enemigas) y se hermanaron.
Soldados alemanes celebran la Navidad |
Los soldados se negaron a obedecer las órdenes de los Altos Mandos de sus respectivos ejércitos de combatir al enemigo, quizás impulsados por la nostalgia de familiares y amigos con los que no podrían pasar esas Navidades, y al hartazgo de un cruenta guerra. De la inicial desconfianza se pasó a un clima de camaradería entre ambos bandos. Intercambiaron sus bienes más preciados como el tabaco, comida o botones de sus uniformes como recuerdo.
Pero el acontecimiento más conocido dentro de la Tregua de Navidad de la Primera Guerra Mundial fue el partido de fútbol disputado entre los soldados británicos y alemanes, que finalizó, según diversos testimonios, con la victoria germana en un ambiente de deportividad y caballerosidad. ¡Y ni si quiera necesitaron un árbitro!.
Eso sí, costó lo suyo hallar un terreno de juego en unos campos helados y con profundos socavones dejados por los obuses. El encuentro tuvo lugar en el frente belga muy cerca del pueblo de Ypres.
Partido de fútbol entre alemanes y británicos |
Frente a frente los soldados de uno y otro bando (muchachos muy jóvenes en su mayoría) se reconocieron los unos en los otros. Sufrían por igual y tenían los mismos temores.
El día de Navidad la cordialidad continuaba. Los soldados se fotografiaron juntos, los barberos afeitaban y cortaban el pelo a navaja al enemigo y como buenamente podían se contaban chistes y se felicitaban las fiestas. Se intercambiaron periódicos, pues eran conscientes de que la que leían estaba sometida a censura. La tregua permitió que los soldados recientemente muertos fueran recuperados y enterrados. Se hicieron ceremonias de entierro con soldados de ambos bandos,llorando las perdidas juntos y ofreciéndose su mutuo respeto.
En muchos sectores la tregua solo duró un día, pero en otros se alargó hasta el día de Año Nuevo.
Durante el resto de la guerra los mandos alemán y británico se encargaron de que algo así no volviera a suceder. Desde los cuarteles generales se ordenó que no se volviera a tolerar confraternizaciones similares con el enemigo con la advertencia de severos castigos e incluso con la amenaza del pelotón de fusilamiento. Una tregua que fue tachada por muchos como una falta de patriotismo, siendo despreciada y silenciada por las altas esferas.
Recorte de prensa que recoge el gesto histórico |
La Tregua de Navidad se pudo conocer gracias a las cartas y diarios que escribieron los soldados, que mantuvieron siempre en el recuerdo tan bello y humano gesto. Fue un momento en el que los soldados de uno y otro bando se dieron cuenta de lo que les unía por encima de ideas preconcebidas sobre el enemigo o de ideas políticas. Por unas horas cesaron los disparos y cañonazos, se dieron cuenta de lo valiosa que era la vida y la estupidez que suponían las guerras. El odio impuesto se transformó en fraternidad.
En la Tregua de Navidad de 1914 la humanidad como valor logró imponerse y los soldados con el cese espontaneo de hostilidades expresaron su deseo de paz. Los soldados alemanes y británicos escribieron, sin saberlo, uno de los momentos mas humano y único que merece la pena ser recordado de una guerra.
¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO!!!!!
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Referencias:
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/la-tregua-de-navidad_8801/9
http://especiales.elperiodico.com/tregua/tregua.html
http://thesocialsciencepost.com/es/2014/12/1914-la-tregua-de-navidad/
https://www.jotdown.es/2011/12/noche-de-paz-de-tregua/
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