09 agosto, 2016

LOS JUEGOS OLÍMPICOS EN LA ANTIGÜEDAD

Barón Pierre de Coubertin
Hace unos días comenzaba la XXXI edición de los Juegos Olímpicos de la era moderna o también llamados los Juegos de la XXXI Olimpiada. Y durante dos semanas se podrá disfrutar de este evento multideportivo mundial que permitirá ver competir a los mejores deportistas. Pero los modernos Juegos Olímpicos se inspiran en las antiguas Olimpiadas del S.VIII a.C. organizados por los antiguos griegos en la ciudad de Olimpia, entre los años 776 a.C y el 393 d.C. No sería hasta el S.XIX cuando surgió la idea de realizar unos eventos deportivos similares a los de la antigüedad cuyo principal impulsor fue el barón de Coubertin. Así, los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna se celebraron en Atenas en abril de 1896.

Los antiguos Juegos Olímpicos consistían en una serie de competiciones atléticas en las que competían hombres libres de las diversas ciudades estado de la Antigua Grecia. Los Juegos se disputaban cada cuatro años u Olimpiada (medida de tiempo; período de cuatro años que transcurre entre cada edición de los JJOO) y siempre tenían lugar en Olimpia, donde se situaba el santuario más importante dedicado al dios Zeus. La competición tenía lugar entre los meses de julio y agosto y tenían una duración de cinco días. Durante la celebración de los Juegos se decretaba una tregua también conocida como "paz olímpica" que permitía a los atletas viajar en condiciones de seguridad ya que garantizaba un periodo en el que las guerras se suspendían temporalmente para que los participantes pudieran desplazarse a Olimpia y luego volver a sus ciudades en paz y sin sobresaltos.

Durante la celebración de las Olimpiadas se suspendía toda actividad oficial, resolviéndose únicamente los asuntos más urgentes. Los Juegos ejercían una gran influencia en las relaciones entre los estados y reinos griegos y se acudía a ellos desde los lugares más remotos, suponiendo por ello una ocasión inmejorable para acercar a los diferentes Estados Griegos. Con el tiempo además de las polis de la Grecia continental también se sumaron la multitud de colonias griegas repartidas por las costas del Mediterráneo. Todo ello creaba una sensación de hermandad que generaba un sentimiento de pertenencia a una estructura socio-política superior al de la polis.

Las competiciones olímpicas incluían pruebas atléticas, combates y carreras ecuestres. Las pruebas tenían un espíritu agonístico, es decir, eran certámenes o pruebas que enfrentaban a dos adversarios. Existían tres tipos de competiciones o Agones:

Discóbolo
- Agones atléticos: la carrera principal y más antigua era la de velocidad que constaba de 192 metros (un estadio). Con el tiempo se incorporaría el díadulo que era una carrera de ida y vuelta al estadio y el dólico, que era una carrera de resistencia de 1500 metros o más. También se incorporarían carreras con armamento que servía como preparación para la guerra (hoplitodromia). Otras pruebas eran el salto de longitud, el lanzamiento de disco y de jabalina.

- Agones luctatorios: se incluían las pruebas de lucha donde el objetivo era derribar al adversario mediante agarres, era similar a la lucha libre olímpica y la lucha grecorromana. Otra prueba era el pugilato, en la que se golpeaba al adversario utilizando solo los puños descubiertos. Por último estaba el Pancracio, prueba aparecida en el 640 a.C. similar a las artes marciales y cuyo combate finalizaba con la rendición e incluso la muerte de uno de los adversarios.

- Agones Hípicos: Estaban las carreras de carros que eran el momento más importante de los Juegos olímpicos. El carro tenía dos ruedas y el auriga estaba de pie, con las riendas en su mano izquierda y el látigo en su mano derecha. El carro podía ser tirado por cuatro caballos (cuadriga) o por dos (biga). Las carreras de cuadrigas no comenzaron hasta el 680 a.C. y podían costar de obstáculos como vallas, fosos o pendientes. Se celebraban en el Hipódromo de Olimpia, que era un circuito de 1540 metros.

El ganador del pentatlón (salto, velocidad, lucha y lanzamiento de disco y jabalina) tenía el honor de encender la llama olímpica. además de convertirse en los reyes de los ganadores olímpicos. Los espartanos tenían una gran habilidad en esta prueba.

Los Juegos Olímpicos disponían de normas que estaban grabadas en tablas de bronce custodiadas en el Senado Olímpico.

Los atletas que participaban en las Olimpiadas antes se entrenaban en sus propias polis y un mes antes del comienzo de los Juegos se trasladaban a la ciudad de Elis (próxima a Olimpia) donde continuaban su entrenamiento hasta el comienzo de las competiciones, cuando ante el altar de Zeus tanto atletas como entrenadores y jueces realizaban el juramento olímpico de acatamiento a las normas.
Estadio de Olimpia

Los ganadores de las Olimpiadas eran reunidos en el templo de Zeus donde eran proclamados vencedores mediante la imposición de una corona de olivo.  El atleta que conseguía ganar todas las pruebas del pentatlón tenía derecho a una estatua en el mismo templo de Zeus. El honor y la gloria era el mayor premio. Al regresar a sus polis de origen los ganadores eran recibidos como héroes.

El esplendor de los Juegos Olímpicos se extendería en el tiempo hasta que en el año 393 d.C. el emperador Teodosio I, que había adoptado el cristianismo como religión oficial del Imperio, los prohibió por considerarlos paganos.

Destacar que los Juegos de la antigüedad hacían hincapié en una serie de valores como el cuidado del cuerpo y los lazos de amistad entre los pueblos, que  aún se mantienen en el espíritu de las modernas Olimpiadas.

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