19 noviembre, 2018

LUGARES CON HISTORIA: LA TORRE DE LONDRES

La Torre de Londres es uno de los lugares más emblemáticos e históricos de la ciudad londinense, se sitúa en la ribera norte del río Támesis. A lo largo de sus casi mil años de historia ha sido desde residencia real y fortaleza, hasta lugar de ejecuciones, pasando por prisión, armería, tesorería y zoológico. La Torre y su conjunto histórico es uno de los lugares más visitados por los turistas, atraídos por su historia, pues en ella se produjeron torturas, muertes y ejecuciones de reyes, príncipes y princesas, dignatarios y poetas. Desde 1988 es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



La construcción de la Torre Blanca fue idea del rey Guillermo el Conquistador allá por el año 1066. Este monarca de origen normando, no era un rey muy querido, sus súbditos lo consideraban un extranjero advenedizo, y por ello decidió reforzar las murallas de la capital haciendo uso de los más recientes avances técnicos en arquitectura militar. Su objetivo no era solo rechazar posibles ataques invasivos sino también intimidar a sus vasallos.

Durante la Edad Media fue refugio de reyes en momentos de inestabilidad política. Las primeras reformas llegaron de la mano, en 1189, del obispo Longchamp, canciller de Ricardo Corazón de León. Durante la ausencia de Ricardo, inmerso en la recuperación de Tierra Santa durante la Tercera Cruzada, su hermano Juan atacaría la fortaleza con la intención de hacerse con el poder, lo que consiguió tras un largo asedio, que permitió el regreso de Ricardo y la recuperación de la corona.

Enrique III añadiría medio siglo después una muralla, un foso y nueve torres, aunque sería su hijo Eduardo I, quien convertiría el bastión en el conjunto de edificios conocidos como la actual Torre de Londres. Levantó una segunda muralla y un segundo foso para aumentar la defensa, estableció la Casa de la Moneda e instaló calabozos.

Guillermo el Conquistador

A finales del S.XIV, el pueblo enfurecido por los impuestos establecidos por Ricardo II, además de muy castigado por los estragos de la peste negra y la guerra de los Cien Años, decidió tomar la Torre de Londres, asesinando al tesorero real y al arzobispo de Canterbury.

Desde entonces la famosa fortaleza se convirtió en un lugar peligroso. La Guerra de las Dos Rosas (1455-1487) entre la Casa de Lancaster y la Casa de York, que pretendían el trono de Inglaterra, se saldó con Enrique VI hecho preso en la famosa torre. A partir de ese momento la Torre de Londres fue lugar de encierros y ejecuciones de aspirantes al trono. Uno de los más conocidos y trágicos tuvo lugar al finales del S.XV, con la desaparición de los príncipes Eduardo y Ricardo, solo dos niños de 12 y 10 años, a los que su tío, Ricardo III envió a la Torre de Londres con el pretexto de prepararlos para la coronación del primogénito, puesto que ellos eran los siguientes en la línea sucesoria, tras la muerte de Eduardo IV. Poco tiempo de después los declaró ilegítimos y se hizo con el trono. De los niños nunca más se supo. Dos siglos más tarde se descubrirían los esqueletos de los dos niños durante unas obras. En 1933 un examen forense aceptó la posibilidad de que los restos hallados pertenecieron a los dos pequeños.

Aunque seguramente serían los Tudor los que más sangre derramaron entre las paredes de la Torre de Londres. Ana Bolena, segunda esposa de Enrique VIII moriría decapitada allí. Y la misma suerte corrieron la quinta esposa del rey, Catalina Howard, y Tomás Moro, antiguo amigo y canciller, que fue ejecutado por oponerse al divorcio de Catalina de Aragón y a la ruptura oficial del rey con la Iglesia de Roma, por todo ello fue acusado de traición y decapitado en el verano de 1535.

La nueva fe anglicana persiguió tanto a católicos como protestantes, y así, John Fisher, obispo de Rochester, y Anne Askew, poeta y activista luterana fueron ejecutados, el obispo Fisher por alta traición y Askew por herejía.

Los príncipes Eduardo y Ricardo

Los conflictos religiosos siguieron cuando la reina María I, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, subió al trono e intentó abolir la reforma anglicana que inició su padre, en favor del catolicismo. La Torre de Londres se convirtió en prisión de protestantes y rivales de la reina, como su hermana menor Isabel, futura Isabel I hija de Enrique con Ana Bolena. Al contrario que Isabel, que fue puesta en libertad meses después, Lady Jane Grey, fue ejecutada en la Torre por alta traición, ya que aunque era la quinta en la línea sucesoria al trono de Inglaterra tras la muerte de Eduardo VI, el Consejo de Regencia la proclamó reina, con un breve reinado de nueve días.

La tensión religiosa se mantuvo con la reina Isabel I, que reprimió duramente a los católicos. Su sucesor, Jacobo I, siguió su política religiosa. En noviembre de 1605 fue sorprendido en los calabozos de la Torre de Londres, un exmilitar católico llamado Guy Fawkes, miembro de la Conspiración de la Pólvora, manipulando explosivos, ya que se pretendía matar al rey Jacobo I, a su familia y a la mayor parte de la aristocracia protestante haciendo estallar el Parlamento. El complot fracasó, Fawkes fue torturado para que confesara los nombres del resto de conjurados, que poco a poco fueron hallados y ejecutados, alguno de ellos como Francis Tresham en la propia Torre.

Ejecución de Lady Jane Grey

Durante el S.XVII la Torre de Londres se desvinculó de la monarquía inglesa y en 1649, la fortaleza pasó a depender directamente del Parlamento inglés, recuperando el carácter militar originario. Oliver Cromwell la convirtió en cuartel.

La monarquía fue restaurada en 1660, pero la función de la Torre se respetó. Los prisioneros disminuyeron, y la mayor parte de los edificios se transformaron en arsenales, almacenes y oficinas militares.

Durante el S. XVIII se llevaron a cabo en la Torre pequeñas obras de mantenimiento. Pero sería en el S.XIX cuando el Duque de Wellington, Arthur Wellesley, reformó el complejo militar. En sus 26 años al mando de la fortificación realizó mejoras profundas, como fue añadir un nuevo bastión y otras defensas. Pero lo más importante fue la eliminación del foso que rellenaron de tierra para evitar las epidemias de cólera frecuentes entre los soldados.

Por otra parte, la Torre se convirtió en un foco de corrupción entre el personal, y así el control de la Torre estaba a cargo de los alabarderos, un puesto muy codiciado que se heredaba de padres a hijos, pero que también podía comprarse, y quien podía hacerlo tenía la vida resuelta puesto que el cargo incluia derecho vivienda y a una ración diaria de carne, de ahí el nombre popular de beefeaters (comedores de ternera). El duque de Wellington puso orden y en adelante a los candidatos se les exigiría una hoja impecable de servicios militares.

Ya en el S.XIX se realizaron reformas para devolver al baluarte su aspecto original, aunque solo se logró darle un aspecto neogótico, y se destruyeron edificios antiguos para que la Torre Blanca pudiera verse desde todos los ángulos. Los cambios producidos aumentaron la popularidad de la fortificación.

Los cuervos y los  beefeaters de la Torre de Londres

Las leyendas en torno a la Torre de Londres son parte de su historia. Y así, una de las más antiguas es que el fantasma del canciller Thomas Becket, que fue gobernador de la Torre, y que fue asesinado durante una misa por orden de Enrique III en 1170, se hace ver en el recinto. Otra de las más escuchadas es que se ha visto el cuerpo descabezado de Ana Bolena paseando entre sus muros. Está claro que el uso de la Torre como prisión y lugar de ejecuciones ha alimentado estas leyendas.

Otro de los mitos de la fortaleza son los cuervos, de los que se dice que cuando estas aves abandonen la Torre la monarquía inglesa llegará a su fin. Por sí las moscas, a los siete cuervos que alimentan los beefeters se les recorta una de las alas no sea que busquen otro lugar para habitar.

Durante las guerras mundiales la Torre recuperó su función carcelaria, y allí serían fusilados  varios espías. Rudolf Hess, figura clave de la Alemania nazi fue encarcelado en la Torre antes de ser juzgado en Nuremberg, siendo el último prisionero de la Torre de Londres.

Hoy día la Torre alberga las Joyas de la Corona Británica, una colección de armaduras reales y restos de la muralla romana.



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Referencias:
https://www.hrp.org.uk/tower-of-london/history-and-stories/the-story-of-the-tower-of-london/
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-la-torre-de-londres_11039_102.html
https://www.descubriruk.com/torre-de-londres.html


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