Mostrando entradas con la etiqueta Lugares con Historia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Lugares con Historia. Mostrar todas las entradas

24 junio, 2019

LUGARES CON HISTORIA: LA VILLA ROMANA DE NOHEDA

El conjunto arqueológico de Noheda es el mayor conjunto escultórico en mármol de la Hispania romana y alberga el mayor mosaico figurativo del Imperio.

Representación del mito de Hipodamia y Pélope

La villa romana de Noheda se sitúa en la pedanía del mismo nombre en el término municipal de Villar de Domingo García en Cuenca. Su descubrimiento tuvo lugar en el año 1984 cuando durante la realización de labores de labranza quedó al descubierto un fragmento de mosaico, aunque los trabajos de excavación no se iniciaron hasta el 2005.

La historia de Noheda se remonta al S.Id.C, aunque su apogeo tuvo lugar en los siglos III Y IV d.C. que se correspondería con el mandato del emperador de origen hispano Teodosio.

Noheda sin duda refleja el intento de transmitir un mensaje de alta carga ideológica y propagandística por parte de un terrateniente "dominus"que garantizaba la estabilidad económica y social de la comunidad. El propietario, del que se desconoce aún el nombre, erigió un gigantesco complejo residencial que conjugaba los conceptos de "ocio y negocio" dentro de una gran extensión de tierras o fundus. Estos conjuntos fueron muy comunes entre los romanos con gran poder adquisitivo y se les conocía como urbes in rure (ciudades en el campo).

El fundus, que tenía una extensión de 25 km cuadrados, estaba compuesto por las tierras de cultivo, los pastos para el ganado y un área montañosa de donde se obtenía madera. La villa se alzaba en un punto estratégico de la hacienda con suficientes recursos hídricos, resguardada de los vientos del norte, y cercana a una vía de comunicación, aunque la hacienda estaba lo suficientemente alejada de la calzada romana, lo cual la libraba de visitas indeseadas o de ser asaltada por legiones hambrientas.

En las villas romanas las pinturas de las paredes, los mosaicos de los suelos, las esculturas y otros elementos que decoraban estos espacios tienen un significado, y en Noheda representan la posesión de una gran riqueza. Los especialistas no encuentran una respuesta a cómo fue posible tal acumulación de lujo y riqueza, puesto que se han detectado más de 30 tipos de mármol traídos de todo el mundo conocido en la época.

Indicación de los paneles figurativos
La villa de Noheda se compone de tres partes fundamentales, la primera se corresponde con la parte urbana reservada al dominus, la segunda es la parte rústica destinada a los trabajadores o esclavos, y la última parte, la fructuaria, reservada a los edificios que se encargaban de la elaboración y transformación de los productos que se obtenían. También se descubrió un complejo termal de 900 metros cuadrados y un puente romano ubicado en la entrada de la villa.


La construcción de la villa ocupaba 10 hectáreas y solo el triclinium constaba de casi 300 metros cuadrados y contaba con un mosaico que es el más grande de tipo figurativo del imperio conocido hasta la fecha.

El pavimento lo componían una zona central, dividida en seis paneles con escenas de temática mitológica y alegórica, denominadas por las seis primeras letras del alfabeto.

La escena A, representa la contienda entre el rey de Olimpia, Enómao, y el principe anatolio, Pélope, por Hipodamia, hija del primero. Se han hallado pocas representaciones de este mito griego en general. La escena B, ubicada en la zona norte de la sala, representa una compañía teatral en la que se suceden todos los componentes de la pantomima. La escena C, se localiza en la zona oriental de la estancia, representa el Juicio de Paris, y otro grupo representa el rapto de Helena y la llegada a Troya. La escena D, también ubicada en el lado oriental de la sala, se plasma un cortejo dionisíaco, y a parte del Dioniso, aparecen ménades, sátiros, el dios Pan, Sileno y animales de filiación oriental. La escena E, ubicada en la zona meridional de la sala es muy similar a la B con la representación de otra pantomima. La escena F, parcialmente destruida por la caída de la cúpula de la estancia, representa diversos motivos marinos, con escenas de pesca, tritones y nereidas, acordes con la naturaleza acuática del estanque que enmarcaban.

Representación de un cortejo dionisiaco (banda de arriba)
Representación del rapto de Helena y la llegada a Troya (banda inferior)

El número de teselas (piezas que componen un mosaico) utilizadas es incontable. Los arqueólogos piensan que hubo más de un diseñador o pictor imaginarius. Se descubrió también que en algunas zonas del gran mosaico se oculta otro con diferentes motivos, debido quizás a que al dueño no le gustara el primero y ordenara elaborar otro encima del primero. En el centro de la estancia había una fuente ornamental de la que sólo se conservan las canalizaciones.

De la villa solo se ha excavado una parte muy pequeña, solo un 5%, y además de los mosaicos, también se han hallado más de 550 fragmentos de esculturas de gran calidad, pues se realizaron en mármol importado de Oriente y traído de Carrara. Así, el conjunto escultórico de Noheda es el más amplio de Hispania e incluyen figuras de Dionisios, Venus o los Dioscuros.

También se han encontrado monedas romanas correspondientes a la época de los emperadores Constantino el Grande, Constante y Teodosio.

Monedas halladas en la villa romana de Noheda

Con la caída del Imperio Romano, toda Hispania sufrió una rápida cristianización y los nuevos habitantes utilizaron las estancias de la villa como lugar donde habitar y muchas de las esculturas paganas se destruyeron.

Destacar que el complejo arqueológico de Noheda fue declarado Bien de Interés Cultural en 2012.



-------------------------------------------------------------------------
Referencias:
Miguel Ángel Valero Tévar. El Proyecto Fundus de la Villa romana de Noheda
La Villa más lujosa de la Hispania Romana enseña sus tesoros.
Noheda, la villa más lujosa de la Hispania Romana.

19 noviembre, 2018

LUGARES CON HISTORIA: LA TORRE DE LONDRES

La Torre de Londres es uno de los lugares más emblemáticos e históricos de la ciudad londinense, se sitúa en la ribera norte del río Támesis. A lo largo de sus casi mil años de historia ha sido desde residencia real y fortaleza, hasta lugar de ejecuciones, pasando por prisión, armería, tesorería y zoológico. La Torre y su conjunto histórico es uno de los lugares más visitados por los turistas, atraídos por su historia, pues en ella se produjeron torturas, muertes y ejecuciones de reyes, príncipes y princesas, dignatarios y poetas. Desde 1988 es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



La construcción de la Torre Blanca fue idea del rey Guillermo el Conquistador allá por el año 1066. Este monarca de origen normando, no era un rey muy querido, sus súbditos lo consideraban un extranjero advenedizo, y por ello decidió reforzar las murallas de la capital haciendo uso de los más recientes avances técnicos en arquitectura militar. Su objetivo no era solo rechazar posibles ataques invasivos sino también intimidar a sus vasallos.

Durante la Edad Media fue refugio de reyes en momentos de inestabilidad política. Las primeras reformas llegaron de la mano, en 1189, del obispo Longchamp, canciller de Ricardo Corazón de León. Durante la ausencia de Ricardo, inmerso en la recuperación de Tierra Santa durante la Tercera Cruzada, su hermano Juan atacaría la fortaleza con la intención de hacerse con el poder, lo que consiguió tras un largo asedio, que permitió el regreso de Ricardo y la recuperación de la corona.

Enrique III añadiría medio siglo después una muralla, un foso y nueve torres, aunque sería su hijo Eduardo I, quien convertiría el bastión en el conjunto de edificios conocidos como la actual Torre de Londres. Levantó una segunda muralla y un segundo foso para aumentar la defensa, estableció la Casa de la Moneda e instaló calabozos.

Guillermo el Conquistador

A finales del S.XIV, el pueblo enfurecido por los impuestos establecidos por Ricardo II, además de muy castigado por los estragos de la peste negra y la guerra de los Cien Años, decidió tomar la Torre de Londres, asesinando al tesorero real y al arzobispo de Canterbury.

Desde entonces la famosa fortaleza se convirtió en un lugar peligroso. La Guerra de las Dos Rosas (1455-1487) entre la Casa de Lancaster y la Casa de York, que pretendían el trono de Inglaterra, se saldó con Enrique VI hecho preso en la famosa torre. A partir de ese momento la Torre de Londres fue lugar de encierros y ejecuciones de aspirantes al trono. Uno de los más conocidos y trágicos tuvo lugar al finales del S.XV, con la desaparición de los príncipes Eduardo y Ricardo, solo dos niños de 12 y 10 años, a los que su tío, Ricardo III envió a la Torre de Londres con el pretexto de prepararlos para la coronación del primogénito, puesto que ellos eran los siguientes en la línea sucesoria, tras la muerte de Eduardo IV. Poco tiempo de después los declaró ilegítimos y se hizo con el trono. De los niños nunca más se supo. Dos siglos más tarde se descubrirían los esqueletos de los dos niños durante unas obras. En 1933 un examen forense aceptó la posibilidad de que los restos hallados pertenecieron a los dos pequeños.

Aunque seguramente serían los Tudor los que más sangre derramaron entre las paredes de la Torre de Londres. Ana Bolena, segunda esposa de Enrique VIII moriría decapitada allí. Y la misma suerte corrieron la quinta esposa del rey, Catalina Howard, y Tomás Moro, antiguo amigo y canciller, que fue ejecutado por oponerse al divorcio de Catalina de Aragón y a la ruptura oficial del rey con la Iglesia de Roma, por todo ello fue acusado de traición y decapitado en el verano de 1535.

La nueva fe anglicana persiguió tanto a católicos como protestantes, y así, John Fisher, obispo de Rochester, y Anne Askew, poeta y activista luterana fueron ejecutados, el obispo Fisher por alta traición y Askew por herejía.

Los príncipes Eduardo y Ricardo

Los conflictos religiosos siguieron cuando la reina María I, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, subió al trono e intentó abolir la reforma anglicana que inició su padre, en favor del catolicismo. La Torre de Londres se convirtió en prisión de protestantes y rivales de la reina, como su hermana menor Isabel, futura Isabel I hija de Enrique con Ana Bolena. Al contrario que Isabel, que fue puesta en libertad meses después, Lady Jane Grey, fue ejecutada en la Torre por alta traición, ya que aunque era la quinta en la línea sucesoria al trono de Inglaterra tras la muerte de Eduardo VI, el Consejo de Regencia la proclamó reina, con un breve reinado de nueve días.

La tensión religiosa se mantuvo con la reina Isabel I, que reprimió duramente a los católicos. Su sucesor, Jacobo I, siguió su política religiosa. En noviembre de 1605 fue sorprendido en los calabozos de la Torre de Londres, un exmilitar católico llamado Guy Fawkes, miembro de la Conspiración de la Pólvora, manipulando explosivos, ya que se pretendía matar al rey Jacobo I, a su familia y a la mayor parte de la aristocracia protestante haciendo estallar el Parlamento. El complot fracasó, Fawkes fue torturado para que confesara los nombres del resto de conjurados, que poco a poco fueron hallados y ejecutados, alguno de ellos como Francis Tresham en la propia Torre.

Ejecución de Lady Jane Grey

Durante el S.XVII la Torre de Londres se desvinculó de la monarquía inglesa y en 1649, la fortaleza pasó a depender directamente del Parlamento inglés, recuperando el carácter militar originario. Oliver Cromwell la convirtió en cuartel.

La monarquía fue restaurada en 1660, pero la función de la Torre se respetó. Los prisioneros disminuyeron, y la mayor parte de los edificios se transformaron en arsenales, almacenes y oficinas militares.

Durante el S. XVIII se llevaron a cabo en la Torre pequeñas obras de mantenimiento. Pero sería en el S.XIX cuando el Duque de Wellington, Arthur Wellesley, reformó el complejo militar. En sus 26 años al mando de la fortificación realizó mejoras profundas, como fue añadir un nuevo bastión y otras defensas. Pero lo más importante fue la eliminación del foso que rellenaron de tierra para evitar las epidemias de cólera frecuentes entre los soldados.

Por otra parte, la Torre se convirtió en un foco de corrupción entre el personal, y así el control de la Torre estaba a cargo de los alabarderos, un puesto muy codiciado que se heredaba de padres a hijos, pero que también podía comprarse, y quien podía hacerlo tenía la vida resuelta puesto que el cargo incluia derecho vivienda y a una ración diaria de carne, de ahí el nombre popular de beefeaters (comedores de ternera). El duque de Wellington puso orden y en adelante a los candidatos se les exigiría una hoja impecable de servicios militares.

Ya en el S.XIX se realizaron reformas para devolver al baluarte su aspecto original, aunque solo se logró darle un aspecto neogótico, y se destruyeron edificios antiguos para que la Torre Blanca pudiera verse desde todos los ángulos. Los cambios producidos aumentaron la popularidad de la fortificación.

Los cuervos y los  beefeaters de la Torre de Londres

Las leyendas en torno a la Torre de Londres son parte de su historia. Y así, una de las más antiguas es que el fantasma del canciller Thomas Becket, que fue gobernador de la Torre, y que fue asesinado durante una misa por orden de Enrique III en 1170, se hace ver en el recinto. Otra de las más escuchadas es que se ha visto el cuerpo descabezado de Ana Bolena paseando entre sus muros. Está claro que el uso de la Torre como prisión y lugar de ejecuciones ha alimentado estas leyendas.

Otro de los mitos de la fortaleza son los cuervos, de los que se dice que cuando estas aves abandonen la Torre la monarquía inglesa llegará a su fin. Por sí las moscas, a los siete cuervos que alimentan los beefeters se les recorta una de las alas no sea que busquen otro lugar para habitar.

Durante las guerras mundiales la Torre recuperó su función carcelaria, y allí serían fusilados  varios espías. Rudolf Hess, figura clave de la Alemania nazi fue encarcelado en la Torre antes de ser juzgado en Nuremberg, siendo el último prisionero de la Torre de Londres.

Hoy día la Torre alberga las Joyas de la Corona Británica, una colección de armaduras reales y restos de la muralla romana.



------------------------------------------------------------------------
Referencias:
https://www.hrp.org.uk/tower-of-london/history-and-stories/the-story-of-the-tower-of-london/
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-la-torre-de-londres_11039_102.html
https://www.descubriruk.com/torre-de-londres.html


02 abril, 2018

LUGARES CON HISTORIA: ESTACIÓN INTERNACIONAL DE CANFRANC

La ya casi centenaria estación internacional de Canfranc es  sin duda un lugar con historia. Inaugurada en 1928 bajo el reinado de Alfonso XIII, la estación unía España y Francia a través de una serie de túneles que atravesaban los Pirineos y durante cuatro décadas sirvió de enlace ferroviario internacional con Europa. Sería durante la Segunda Guerra Mundial cuando esta imponente construcción vivió sus momentos de mayor esplendor y protagonismo siendo refugio de judíos y almacén de oro nazi.

Estación Internacional de Canfranc

La estación de Canfranc (Huesca) fue el complejo ferroviario más importante de los construidos en España durante el primer tercio del S.XX, y el segundo de Europa tras la estación alemana de Leipzig. La estación se dividía en dos partes, la española y la francesa con sus correspondientes jurisdicciones.

La idea principal del proyecto era la creación de un paso fronterizo a través de los Pirineos que comunicase España y Francia a través del túnel del Somport. Las compañías ferroviarias Midi Francés y Norte de España presentaron el proyecto de la estación internacional entre 1909-1910.

Pero los antecedentes de la Estación de Canfranc se remontan a 1853 año en que se firmó el manifiesto "Los aragoneses a la nación española", un documento en el que se pedía por primera vez la construcción de una línea de ferrocarril que uniera Madrid y Paris a través del Pirineo aragonés.

Petición de la línea ferroviaria Madrid-Paris
a través del Pirineo Aragonés (1853)

El edificio fue diseñado por el ingeniero Fernando Ramírez de Dampierre y sus obras comenzaron en 1921. En este tiempo el proyecto original sufrió cambios que no afectaron al aspecto externo del edificio pero sí a su estructura y a algunos elementos de la construcción. La muerte de Ramírez Dampierre durante el transcurso de las obras fue un contratiempo resuelto con la contratación del ingeniero Ramón Martínez de Velasco quien finalizaría la construcción. En total el coste ascendió a tres millones de las antiguas pesetas.

El 18 de julio de 1928 se inauguró oficialmente la Estación Internacional de Canfranc con la presencia del rey Alfonso XIII y el presidente de la República francesa Gaston Doumergue.

Inauguración de la Estación Internacional de Canfranc (1928)

Desde el punto de vista arquitectónico, la Estación de Canfranc consta de un edificio principal de 241 metros de longitud, varios muelles para transbordo de mercancías y el depósito de máquinas. En su construcción se utilizaron diferentes materiales como el cristal, el hormigón armado y el hierro, habituales en la arquitectura industrial de la época. El edificio está formado por siete piezas totalmente independientes que se conforman a partir del edificio central de viajeros que, con su llamativa cúpula, marca el eje del conjunto.

En la planta baja se ubicaron las dependencias de mayor categoría como el vestíbulo, que situado bajo la cúpula central estaba decorado con pilastras adosadas de corte clasicista, capiteles y molduras de escayola y trabajo en madera estilo déco. Allí se situaban las taquillas y las ventanillas de información para los viajeros. En la planta baja se encontraba también el restaurante del Hotel Internacional, las oficinas de las compañías de ferrocarriles del Norte y del Midi, los servicios aduaneros y las dependencias auxiliares como telégrafos, correos y servicios médicos. Todo el conjunto formaba un espacio grandioso.

Exteriormente presenta un tejado curvo apizarrado a cuatro vertientes, que se coronan con cuatro pináculos apiraminados dispuestos en sus flancos. Y los dos pisos del cuerpo se abren mediante arcos de medio punto a la zona de las vías y sobre estas dos galerías se abren vanos abuhardillados en la cubierta que denota una clara influencia de la arquitectura francesa.

Interior de la estación de Canfranc

Fue un proyecto lleno de dificultades y no sólo arquitectónicas puesto que la abrupta orografía de la zona obligó a desviar el cauce del río Aragón, nivelar el irregular terreno y forzó la plantación de 10 millones de árboles para evitar los aludes. Durante su construcción se produjeron varios accidentes y las estimaciones aluden a 400 los obreros muertos durante las obras, ya fueran arrollados por las excavadoras, sepultados por las rocas, o accidentados por la inestabilidad de un terreno donde el agua salía a borbotones de los acuíferos. Se trataba de obreros que venían de toda España a trabajar en las obras en tiempos difíciles.

El momento de mayor esplendor de la Estación Internacional de Canfranc fue en la década de los 40 del siglo XX, cuando coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial fue utilizada como paso prioritario por los protagonistas del conflicto bélico dentro de sus estrategias de expansión y resistencia.

Canfranc se convirtió entre 1942 y 1945 en punto clave de la ruta del oro nazi a la Península Ibérica, hubo presencia de las SS y la Gestapo, fue la vía de escape para muchos judíos y también de muchos alemanes perdedores y fue lugar de destacados episodios de contraespionaje.

Letrero de la Estación de Canfranc

La supuesta neutralidad española en el conflicto bélico provocó que en esa época de convulsión en Europa llegaran a pasar 1.200 toneladas de mercancías mensuales en la ruta Alemania-Suiza-España-Portugal, entre ellas 86 era oro nazi robado a los judíos.

Alemania controló la aduana internacional de Canfranc durante la 2ª Guerra Mundial con un grupo de oficiales de las SS y miembros de la Gestapo que residían en el hotel de la estación y en otro del pueblo. España no estaba en guerra pero Franco debía devolver la ayuda que Hitler le proporcionó en la Guerra Civil. lo que se tradujo en enviar a Alemania toneladas de wolframio de las minas gallegas, mineral fundamental para blindar sus tanques y cañones. Y a cambio de esa ayuda estratégica para prolongar la contienda, España recibió al menos 20 toneladas de oro, producto del espolio a los judíos. Incluso se siguió exportando Wolframio a Alemania cuando en 1944 los aliados presionaron al régimen de Franco para que dejara de hacerlo con el fin de concluir la guerra.

Y todo esto se sabe gracias a los Documentos de Canfranc hallados por el ciudadano francés de orígenes españoles Jonathan Díaz.

Pero la aduana internacional de Canfranc también fue la puerta de entrada a la libertad de muchos judíos que huían de los alemanes, aunque la Gestapo y las SS devolvieron a muchos o los deportaron.Los datos oficiales señalan que unos 30.000 judíos atravesaron la frontera española. Quienes conseguían pasar la aduana se dirigían a Lisboa o a Algeciras para pasar al norte de África, una vez fue liberado por los aliados en 1943. También muchos huían atravesando los montes ayudados por los vecinos de la zona que hacían de guías.

Vista exterior de Canfranc

En aquella época y con una guerra mundial de por medio, Canfranc formó parte de una red de espionaje como la Pie y Mithorpie de la Resistencia Francesa, puestas en marcha por el célebre coronel Remy, y que empezaron a funcionar y enviar sus mensajes desde Francia a Londrés a través del tren que unía diariamente Canfranc con Zaragoza, Madrid y Lisboa. Así pues, el paso fronterizo de Canfranc fue de vital importancia para los estados mayores aliados durante el conflicto bélico. En los trenes que atravesaban la frontera se pasó documentación fundamental entre la Resistencia Francesa y los estados mayores de Gran Bretaña y Estados Unidos, que serviría para derrotar a Hitler.

Y aquí destaca la labor clave y heroica del jefe de aduanas francés Albert Le Lay, espía aliado que hizo de enlace entre la Resistencia con los aliados en conexión con los ferroviarios franceses. Gracias a él se mantuvo un contacto permanente con los estados mayores aliados en un momento crucial de la guerra. Los alemanes habían invadido el norte de Francia en 1941 haciendo que la comunicación de los aliados a través del Canal de la Mancha fuera más complicado, de ahí que los estados mayores aliados decidieran usar el paso de Canfranc para comunicarse a través de Madrid y Lisboa, capitales de países teóricamente neutrales. Los aliados necesitaban saber qué ocurría en Francia para saber dónde atacar.

Albert Le Lay jefe de aduana en Canfranc durante
la Segunda Guerra Mundial

La Gestapo y los soldados alemanes se hicieron cargo del puesto fronterizo de Canfranc dónde llegó a ondear la esvástica en la parte francesa hasta 1945. Con gran riesgo para Le Lay, pasarían aviadores británicos derribados en Francia, miembros de la Resistencia y numerosos documentos, además de ayudar a huir a muchos judíos. Su heroica actuación le valió ser condecorado por Francia y Estados Unidos.

La estación de Canfranc actualmente sólo ofrece servicios de media distancia operados por Renfe, las conexiones internacionales con Francia quedaron suspendidas en 1970 cuando un tren de mercancias descarriló en el lado francés provocando el derrumbe del puente de L'Estanguet. La estación internacional estuvo durante años abandonada. Entre 2006 y 2009 se rehabilitó en parte aunque no finalizaron por completo por falta de financiación.

La Estación Internacional de Canfranc fue declarada Bien de Interés Cultural en el 2002, y en la actualidad se lucha desde diferentes organizaciones y entidades para la reapertura de la línea ferroviaria Pau-Canfranc-Zaragoza.


-------------------------------------------------------------------------------------
Referencias:
http://www.jaca.com/estacion-canfranc.php
http://www.crefco.org/201607116147/FERROCARRIL-ZARAGOZA-CANFRANC-PAU-ESTADO-ACTUAL-Y-PERSPECTIVAS-DE-REAPERTURA
http://esperandoaltren.blogspot.com.es/2013/03/el-canfranc-2-parte.html


08 enero, 2017

LUGARES CON HISTORIA: ESCUELA DE TRADUCTORES DE TOLEDO

Scriptorium
Toledo posee un patrimonio cultural extenso e importante, de hecho la Unesco declaró a la ciudad histórica de Toledo Patrimonio de la Humanidad en 1986. No en vano Toledo es conocida como la Ciudad de las Tres Culturas, debido a que en ella se asentaron y convivieron tres culturas diferentes, la musulmana, la judía y la cristiana. Las tres comunidades convivieron en un ambiente de respeto hacia sus costumbres y privilegios. Fruto de esa convivencia surgiría la Escuela de Traductores de Toledo, que convertiría la ciudad en un espacio puente en la transmisión del saber.

En Toledo durante los siglos XII y XIII, y contando con la ayuda y protección del arzobispo toledano Don Raimundo, y más tarde del rey Alfonso X de Castilla, se tradujo gran cantidad de obras árabes, que contenían gran parte del legado científico y filosófico de la antigüedad clásica, árabe e india, y que supuso toda una revolución cultural.
No se trataba de un centro educativo como tal, sino de un grupo de sabios musulmanes, cristianos y judíos, que durante esos dos siglos fueron pasando al latían, y luego al castellano, las obras clásicas griegas y árabes. Y así se tradujeron las obras de Aristóteles, Arquímedes, Ptolomeo, Hipócrates, Galeno, Averroes, Avicena, etc. Toledo se convertiría en un lugar de encuentro no sólo de cristianos, judíos y musulmanes sino que también acudirían allí eruditos de universidades y monasterios de toda Europa en busca del saber científico y filosófico acumulado en Toledo.

Toledo. Franz Hohenberg (1572)

El mundo árabe musulmán contaba con un nivel científico mayor que el europeo. En Europa casi sólo se conocían los autores clásicos latinos, de las obras griegas solo se conocían versiones cristianizadas de Platón y Aristóteles. Los árabes, en su expansión por Bizancio, asimilaron, tradujeron, estudiaron, comentaron y conservaron las obras de los antiguos autores griegos, trasladándolas a la Península Ibérica, lo que permitió que la cultura griega se transmitiera al resto de Occidente, sentando así las bases del Renacimiento.

La actividad traductora en Toledo se puede dividir en dos épocas. La primera época, durante el siglo XII, vinculada al cabildo de la catedral, Don Raimundo de Sauvetat, arzobispo de Toledo entre 1124 a 1152, que impulsó un ambicioso proyecto de traducciones del árabe al latín, y puntualmente del hebreo. Las traducciones de este periodo fueron sobre todo filosóficas, pero también de carácter científico. Cabe destacar las traducciones que sobre Aristóteles hicieron comentaristas como  el griego Alejandro de Afrodisias (S.II-III d.C), del hispano judío Avicebrón (S.XI) y los árabes Al- Farabi (S.IX-X), Avicena (S. X-XI). También se tradujeron textos religiosos como el Corán y los Salmos del Antiguo Testamento. Así mismo la Escuela de Traductores de Toledo tradujo textos de medicina como los de Hipócrates o Galeno, y textos filosóficos de autores clásicos y de sus comentaristas árabes. También se tradujeron textos de matemáticas y astronomía que produjeron un auténtico vuelco en el saber de la época.

Tratado de Medicina traducido por Gerardo de Cremona
Gracias al trabajo en equipo de los traductores, Toledo desempeñó un papel clave en la difusión por el mundo cristiano de los saberes filosóficos y científicos de la antigüedad clásica griega, así como de los autores hispanomusulmanes e hispanojudíos.

Entre los muchos traductores que trabajaron en Toledo durante la época del arzobispo Raimundo destacan las  traducciones de Gerardo de Cremona, nacido en Lombardía y que llegaría a ser canónigo de la catedral de Toledo y que tras aprender árabe y, apoyándose en sus conocimientos científicos abordó la traducción de 71 obras,la mayoría de astronomía, aunque también tradujo obras de alquimia y geomancia; otro de los traductores destacados fue Domingo Gundisalvo, también canónigo de la catedral, que tradujo al latín las obras filosóficas relacionadas con el aristotelismo neoplatónico del Al-Farabi y Avicena; y por último destaca Juan Hispano, deán de la catedral, cuya actividad traductora se centró en obras de filosofía, astrología, matemáticas y medicina.

En el siglo XIII, con la llegada del rey Alfonso X, comienza la segunda época dorada de la Escuela de Traductores de Toledo. Alfonso X, el Sabio, fue un rey polifacético y erudito, protector de las ciencias y las artes. Y no solo promovió las realización de traducciones sino que participó en la redacción y recopilación de obras muy variadas. El mismo monarca se encargaba de seleccionar al equipo de redactores. orientaba el trabajo, discutía su contenido y revisaba finalmente el manuscrito.

El rey Alfonso X
Bajo el reinado de Alfonso X la Escuela de Traductores alcanzó su mayor esplendor El rey basó su política cultural en las traducciones, que centradas sobre todo en la astrología y la astronomía, se extendieron también al Corán, el Talmud y la Cabala. La labor traductora seguía un plan sistemático de traducción al romance castellano de un inmenso caudal de originales, ya que deseaba poner las traducciones al alcance del vulgo. Y con tal fin potenció la realización de versiones en lengua romance, lo que contribuiría a la consolidación del castellano como lengua científica, a su triunfo literario y a una secularización de la cultura al desvincular la idea del saber de la lengua latina.

Con Alfonso X los traductores originarios de Toledo aumentaron en número, los judíos destacaban sobre los cristianos y entre los temas abordados no dominaban los filosóficos, sino los astronómicos, astrológicos, físicos y matemáticos. Durante ésta época destacan los traductores Álvaro de Oviedo, Judá Ben Mosa Ha-Kohen, Isaac Ibn Cid, Abraham Alfaquí o Samuel Ha-Leví Abufalia. Además el método de trabajo evolucionó ya que junto a la fórmula de dos traductores (uno conocedor de la lengua árabe y otro de la lengua a la que se hacía versión) apareció la figura del traductor único, conocedor de varias lenguas, y también parecieron figuras nuevas como el enmendador, capitulador y glosador que revisaban y completaban la labor realizada por los traductores, enriqueciendo con sus aportaciones la obra original.

Destacan de la segunda época las traducciones del Libro conplido de Iudiciis Astrologiae de Ali Aben Ragel(astrólogo S.xi, considerado la mejor síntesis de astrología grecoárabe; el Libro de la Açafeha de Azarquiel (astrónomo y geógrafo del S.XI); el Tetrabiblion de Ptolomeo; el Lapidario, un tratado sobre las propiedades de las piedras preciosas. También hay que destacar que se escribieron obras originales como las Tablas Alfonsíes para el cálculo astronómico, consideradas una referencia indiscutible en la historia de la astronomía. También destacan los tratados técnicos como los distintos Libros del Relogio, sobre la construcción de relojes, o los Libros del ajedrez, dados y tablas. Aunque fueron más escasas hay que mencionar las obras literarias como  Calila e Dimna, versión árabe de una colección persa del S. VIII, que se convertiría en un clásico de la fabulística europea.

Tablas  Alfonsíes

La labor de la Escuela de Traductores de Toledo parece que tuvo continuación durante los siglos XIV y XVI, añadiendo nuevas traducciones y revisando antiguas traducciones de tratados filosóficos para depurarlas de errores originados por el sistema de doble traducción.

Por tanto, Toledo se convirtió en la época medieval en una ciudad abierta al conocimiento y tolerante en el aspecto religioso (lo cual no era lo habitual ya fuera en el Occidente cristiano o el oriente musulmán enfrascados en guerras y cruzadas) y ello permitió la creación de la Escuela de Traductores de Toledo, y gracias a ella, que las obras de los clásicos griegos y los sabios judíos y árabes llegaran a la Península Ibérica y a través de ella se difundieran al resto de Europa.

Actualmente la Escuela de Traductores de Toledo es un centro de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha. Además se puede consultar la Biblioteca Virtual de la Antigua Escuela de Traductores de Toledo, un proyecto colaborativo junto a la Fundación Ignacio Larramendi.


-------------------------------------------------------------------------

Referencias:

22 octubre, 2016

LUGARES CON HISTORIA: CUEVA DE ALTAMIRA

La cueva de Altamira es una cavidad natural en la roca en al que se conserva uno de los ciclos pictóricos y artísticos más importantes de la Prehistoria. El estilo de gran parte de las pinturas se enmarca en el denominado arte franco-cantábrico, caracterizado por el realismo de las figuras representadas. Contiene pinturas policromas, grabados, pinturas negras, rojas y ocres que representan animales, figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos.

Bisontes cueva de Altamira
La cueva de Altamira se encuentra en Cantabria, en los límites de los términos municipales de Santillana del Mar y Reocín. Se sitúa a 158,5 metros sobre el nivel del mar en la parte superior de un karst del Plioceno. Su estructura geológica está formada por estratos casi horizontales de calcarenitas, separadas por finas capas de arcilla.

Altamira tiene un recorrido de 270 metros de longitud. En la zona de la entrada se localiza el yacimiento arqueológico y la sala de policromos, ambos forman parte de una gran sala vestibular. A continuación, a excepción de la Gran Sala, no hay espacios muy amplios y finaliza en una estrecha galería de difícil acceso, pero que también contiene pinturas y grabados.

Marcelino Sanz de Sautuola
El hallazgo de la cueva se debe a Modesto Cubillas, que en 1868 se lo comunicó a Marcelino Sanz de Sautuola que visitaría la cueva por primera vez en 1875. Sautuola tenía una amplia formación en Ciencias Naturales y en Historia y tras visitar la Exposición Universal de París de 1871 y ver los trabajos de las excavaciones realizadas en el Sur de Francia, decidió emprender sus propios trabajos en las cuevas de Cantabria. Volvería a Altamira acompañado por su hija María, que sería la primera en ver las famosas pinturas policromas.

Émile Cartailhac
En 1880 publicó el hallazgo en el folleto "Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la provincia de Santander" donde atribuía las pinturas a la Prehistoria, al periodo Paleolítico.Pero sus contemporáneos, desde diferentes perspectivas, intelectuales evolucionistas, creacionistas o los incrédulos prehistoriadores del momento, fueron incapaces de asumir sus planteamientos. No sería hasta años más tarde, en 1902, cuando el prehistoriador francés E.de Cartailhac publicó "Les cavernes ornées de dessins. La grotte d'Altamira, Espagne. Mea culpa d'un sceptique" en al que reconocía su valor original, adquiriendo Altamira reconocimiento universal y convirtiéndose en un icono para quienes deseaban conocer el origen del hombre.

La cueva de Altamira contiene los restos de actividades cotidianas de sus habitantes durante los milenios que estuvo ocupada. El yacimiento arqueológico está en el interior, cerca de la actual entrada de la cueva, buena parte sepultado bajo una espesa colada estalagmítica o por los muros artificiales construidos en el S.XX.

Utillaje prehistórico Altamira
Marcelino Sanz de Sautuola en 1879 descubrió en la cueva abundantes objetos de sílex, hueso y asta, colorantes y restos de fauna y conchas que le sirvieron para fijar la edad paleolítica de las famosas pinturas policromas. Pero el primero que excavó en profundidad y extensión la cueva de Altamira fue H. Alcalde del Río, director de la Escuela de artes y oficios de Torrelavega en 1903 siendo él quien descubrió dos niveles consecutivos, el inferior y más antiguo de época Solutrense, y el superior y más reciente, del Magdaleniense. En estudios más recientes del año 2006 al 2010, se distinguieron hasta ocho niveles, desde el Magdaleniense inferior hasta el Gravetiense, hace 22.000 años.

Los conocimientos actuales han permitido establecer que el arte de Altamira se corresponde con el mismo marco cronológico que el depósito arqueológico, entre 35.000 y 13.000 años. Así, el techo de los policromos contiene las representaciones más antiguas como los grandes caballos de color rojo, una mano en positivo y dos en negativo, y varias series de puntos. Hay otras figuras de color negro, dibujadas con carbón, datadas en el Magdaleniense inferior y a ésta época pertenecen también los signos cuadrangulares y una especie de máscaras que son formas naturales de la pared a las que se añadieron ojos o boca, humanizándolas. El ciervo es la figura más representada, la mayoría del Magdaleniense inferior.Los 25 grandes policromos son caballos, bisontes (de 125 a 170 cm.), y una cierva de mas de dos metros. La técnica utilizada fue grabar primero el contorno con carbón y luego se rellenaron con pintura roja o amarillenta. Se utilizaron básicamente dos pigmentos, el negro de carbón y el óxido de hierro rojo o pardo, aplicados directamente o disueltos en agua. La impresión de policromia se produce por la integración del color de la roca para que rojo y negro no choquen cromáticamente. Los bultos naturales del techo y las grietas se utilizaron para dar volumen o para dibujar el contorno de las figuras.

Cierva cueva de Altamira
La cueva de Altamira fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, considerándola como una obra maestra del genio creador del hombre y la primera de sus expresiones artísticas, constituyendo además un testimonio excepcional de una cultura ancestral y una ilustración extraordinaria de una etapa importante de la historia de la humanidad. De hecho es considerada por los arqueólogos como la "Capilla Sixtina de la Prehistoria". Para preservar la cueva y sus pinturas se decidió cerrarla al público, aunque ha sido reabierta en ciertas ocasiones de forma experimental. Una réplica de la cueva fue construida muy cerca de la misma en 2001 en el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira y en su interior destaca la Neocueva de Altamira, la reproducción más fiel que existe de la original y muy similar a como se conocía hace 15.000 años.

Vídeo sobre la cueva de Altamira de la Unesco


--------------------------------------------------------------------
Referencias:
http://museodealtamira.mcu.es/index.html