23 octubre, 2018

ORIGEN E HISTORIA DEL RELOJ: LA MEDIDA DEL TIEMPO

Ejemplo de reloj mecánico
El hombre desde antiguo ha tenido la necesidad de medir el tiempo, sobre todo cuando nuestros antepasados comenzaron a asentarse y crear civilizaciones. Antes se dividía el tiempo en días y noches, días claros para la caza y noches oscuras para dormir. En sus orígenes se valían de la observación de los fenómenos naturales y astronómicos, y este conocimiento era de gran utilidad en las actividades agrícolas y ganaderas.

Los métodos de medida del tiempo se fundamentan desde sus comienzos en el sistema sexagesimal. Estos sistemas horarios se originaron hace 4.000 años en Mesopotamia y Egipto, y un sistema similar fue desarrollado posteriormente en Mesoamérica.

El uso de sistemas horarios ha ido parejo a la historia de la relojería. Los primeros sistemas horarios dividían el día en 12 horas, lo que hacía que las horas fuesen más largas en verano, y más cortas en invierno. Esta división del tiempo proporcionó el llamado sistema horario temporario, que resulta de dividir el tiempo de iluminación en doce horas iguales y el tiempo de oscuridad en otras doce horas iguales entre sí. De este se deriva el sistema de horas itálicas (toma como origen de recuento de las horas el fenómeno del ocaso solar, empezando a contar desde las 24 horas hasta el Ocaso del día siguiente) y el sistema de horas babilónicas (también divide el día en 24 partes iguales, pero inicia su medida tomando como referencia el amanecer).

La primera forma de medir el tiempo fue la luna. Los ciclos regulares de la luna permitían, por ejemplo, determinar la duración del embarazo de una mujer en 10 meses lunares. Pero la luna no permitía prevenir los cambios estacionales, mientras que el sol permitía de forma exacta los días entre una estación y otra.

El sol era utilizado como medida de tiempo, y así se cree que ya en época prehistórica se utilizaban varas de madera empotradas en la tierra para medir el día. Los egipcios fueron los precursores del reloj, ya que fueron ellos los que construyeron los obeliscos hacia el 3.500 a.C., que colocaban en lugares estratégicos donde se proyectaban sombras. Al principio los obeliscos solo indicaban el mediodía, pero fueron evolucionando hasta marcar el tiempo en otras subdivisiones. Los egipcios desarrollaron los primeros relojes de sol cuyo funcionamiento se basaba en el seguimiento del sol. Una hoja proyecta una sombra que apunta a un número marcado en la cara del reloj de sol, un primitivo reloj con solo la manecilla de las horas. Pero el reloj de sol no permitía saber la hora durante la noche o en días nublados. Además, el reloj de sol no era exacto, ya que se dispone en ángulos diferentes según la estación del año, siendo las horas más o menos largas dependiendo de la temporada. El uso del reloj de sol se amplió a Grecia, Italia y Asia Menor. Cabe destacar que el sol sigue vigente en el sistema de cronometraje, puesto que las zonas horarias se establecen por la rotación de la Tierra respecto al astro rey.

Reloj de Sol

La civilización egipcia también desarrollaría el primer sistema de medida del tiempo durante la noche, basado en las estrellas. Inventaron el primer instrumento astronómico, el merjet. alrededor del 600 a.C. Un merjet es una cadena con un peso en el extremo utilizado para medir una línea recta. Los astrónomos egipcios alineaban dos merjets con la estrella Polar y la usaban para marcar una línea norte-sur en el cielo oscuro de la noche. El tiempo se contaba conforme ciertas estrellas cruzaban esa línea.

Otro instrumento del medida del tempo era el reloj de arena, compuesto por dos ampollas de vidrio, una encima de la otra, con una abertura estrecha entre ellas. La arena va cayendo desde la parte superior de la ampolla a la inferior cuando el reloj se vuelca. Cuando la ampolla superior se vacía, el tiempo se acaba, pero no necesariamente tiene que ser una hora, puesto que un reloj de arena podía ser construido para medir casi cualquier período corto de tiempo mediante la alteración del tamaño de la abertura entre  las ampollas, o simplemente cambiando la cantidad de arena de la ampolla. Se cree que este tipo de reloj es de origen medieval y la evidencia más antigua de la que se tiene constancia es una representación de 1338 de Ambrogio Lorenzetti, un fresco llamado Alegoría del Buen Gobierno, en el Palacio Público de Siena. Este tipo de relojes se utilizaron hasta el S.XVI por marineros, ya que eran la medición de tiempo más fiable en el mar. También eran utilizados por el clero en las iglesias, en los hogares para medir el tiempo de cocción, y en el trabajo para medir el tiempo de descanso. A partir del S.XVI su uso disminuyó por el desarrollo del reloj mecánico.

Reloj de arena

Otro instrumento para medir el tiempo en la antigüedad era la clepsidra de origen egipcio, usadas principalmente por la noche, cuando los relojes de sol no podían utilizarse. Los primeros relojes de agua consistían en una vasija de cerámica, que contenía agua hasta un determinado nivel, con un orificio en la base de un tamaño adecuado para asegurar la salida del líquido (que caía en otro recipiente) a una velocidad determinada, y por lo tanto, en un tiempo prefijado. El recipiente disponía de varias marcas, que indicaban los diferentes períodos de tiempo. Su uso se extendió en todo el mundo antiguo, y llegó hasta el S.XX. Los antiguos griegos y romanos construyeron enormes torres para albergar sus relojes de agua. Sin embargo, lo relojes de agua no eran muy precisos.

Una variante es la clepsidra de Alejandría, inventada inventada por Ctesibio hacia el 200 a.C., que aplicó los principios de la hidráulica haciendo mejorar la clepsidra dotándola de esferas y agujas que mejoraron su precisión.

Clepsidra

Otro tipo de reloj surgió en China, el reloj de incienso, entre el año 960 y 1279. Se trataba de un reloj con unas bolas de metal con una cuerda y cuando el incienso se consumía, las bolas caían haciendo sonar un gong que anunciaba la hora. Su uso se extendió por Asia oriental.

Otro ejemplo de reloj (basado en el consumo del fuego), fue el reloj de vela (hacia el S.IX) que utilizando unas velas graduadas, a medida que se consumían marcaba una hora determinada. Se dice que fue inventado por el rey Alfredo el Grande (849-899). Fue muy utilizado en los monasterios para las vigilias.

Otra variante posterior fue el reloj de aceite, que consistía en un pequeño recipiente de vidrio graduado y lleno de aceite que indicaba las horas a medida que se consumía el aceite al quemarse. Fueron de uso corriente en Alemania y Francia hasta el S.XVIII.

Con la llegada del reloj mecánico en el S.XIV que funcionaban mediante un sistema de pesos y muelles. Estos primeros relojes no tenían las habituales agujas, solo una campana que sonaba cada hora en punto. Eran grandes relojes que se instalaron en las iglesias para anunciar las oraciones y servicios religiosos.

Con el tiempo surgieron lo relojes con agujas, y una vez que el péndulo se fue refinando , se añadió otra manilla que indicara los minutos. El desarrollo de los muelles abrió el camino para la fabricación de relojes de mesa.

El reloj de bolsillo nació en Francia en el S.XV. El descubrimiento de resortes espirales que permitían mover las manecillas hizo posible reducir su tamaño. Al principio eran considerados mecanismos raros y muy caros, que solo los ricos podían permitirse. Su uso se extendió por toda Europa.

Ejemplo de reloj de bolsillo

Pero no sería hasta la Revolución Industrial cuando comenzó la producción masiva de relojes y su precio disminuyó.

A finales del S.XIX apareció el reloj de pulsera que ha llegado hasta nuestros días. Surgió gracias a los pilotos de aviación, los cuales utilizaban los relojes de bolsillo y mediante una correa se los ataban a la pierna o al brazo. En una época en la que los aviones carecían de instrumentación, los cálculos que los pilotos hacían con los relojes eran muy importantes, pues les permitían calcular rumbos, distancias y horas de combustible. Pero también era imposible mirar un reloj de bolsillo durante la batalla.

En la actualidad la medición del tiempo se ha convertido en algo vital en nuestro transcurrir diario, sin embargo el reloj de pulsera ha perdido uso, ya que podemos ver la hora en los ordenadores y en los teléfonos móviles que siempre llevamos encima.



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Referencias:
https://www.decorarconarte.com/Relojes/Historia-de-la-medida-del-tiempo
https://relojesdesol.info/
http://www.librosmaravillosos.com/eltiempoysumedicion/index.html
https://www.xatakaciencia.com/sabias-que/10-metodos-para-medir-el-tiempo-i

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